domingo, 29 de enero de 2012

CUESTA DE ENERO
*
Mendigar lunes por las plazas y las calles
sin enredar el paso.
Crisparse, escondidas las manos
en el abismo de los bolsillos.
Cuánta gente así.
Mujeres como señoras.
Hombres como señores.
Juventud disfrazada como de juventud.
Niños como navajeros en ciernes.
Niñas como zorras a gogó.
Los ojos de los escaparates llaman
con su carga de farmacopea para los sentidos.
Los fabricantes de ilusiones estandarizadas
reclaman nuestra atención
para traspasar los cristales de seguridad.
La contaminación ha evolucionado tanto
que nos muerde cómodamente.
Los carteles políticos, apolíticos,
pegados uno encima de otro
carcomen esquinas y fachadas. ¿Y quién se fija ya ?
Los semáforos, los autobuses, el metropolitano
con como vísceras nuestras, pero autonómicas.
¿Y qué importa?
Los anodinos y superfluos puestos callejeros
entorpeciendo las prisas instintivas.
El frío gris de los violines tristes
destrozando la música, los oídos...
Ir así, como tranquilamente
suponiendo que este último cigarrillo será el último,
que la lotería dará alguna vez millones de sonrisas,
que quienes gozan de ene sueldos
se quedarán en sólo uno...
¿Quién pondrá freno al jamelgo de las utopías?
Ahora todo es más barato y en pendiente.
Interésate, no te aísles, opina.
Socioculturalmente se te dará una luna
que no tendrás donde colgarla.
Así sea.
*
JOSÉ LUIS MARISCAL
Cuenca

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