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DE MERIENDA

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Una de las veinte esclavas que los caciques de Tabasco le regalaron a Hernán Cortés como señal de paz y amistad -Dola María, más conocida como La Maliche- fue la intérprete en el primer encuentro entre el conquistador español y el emperador de los aztecas.

Moctezuma los obsequió con una infusión de cacao, un fruto que el mismísimo dios Quetzalcóetl había regalado a los hombres y al que era adicto. Desde entonces, el chocolate es, en cualquiera de sus muchas formas, una pieza fundamental en los hábitos alimentarios del mundo.

Antes, cuando se meredaba, el chocolate a la taza , más o menos espeso -a la española o a la francesa-, era la más burguesa de las maneras de hacerlo.

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