martes, 25 de agosto de 2009


*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
Cuentos de Angalu
*
¡ Y VOLAR...
*
No puedo hablarte. Ni escribirte. Pero te puedo ver. Cuando caminas por el parque a solas o en compañía de tu perro, te sobrevuelo. Cuando paseas por el puerto mirando los pesqueros que llegan sumergidos en nubes de alocadas gaviotas, estoy ahí, contigo.
En cambio, cuando sales de paseo con tus amigas, ya al atardecer, paseo marítimo arriba o paseo marítimo abajo, te dejo en su compañía y me voy.
Aunque mires hacia arriba cuando estás sola y medites en todo lo pasado, sé que no me vas a reconocer.
Te observo: escudriñas una a una las gaviotas que se te acercan. Las contemplas siempre que puedes. Sé que esperas encontrarme un día, pero no podrás reconocerme.
Cuando estaba contigo, amor, me mirabas tanto que no me habría marchado jamás. Me amabas, lo sé. Y yo te correspondía. Me sigues amando y también lo sé.
Y yo sigo correspondiéndote aunque lo ignores. La pena es no poder decírtelo. Ni acariciarte con la punta de mis alas...
Estoy seguro que recuerdas aquél día en la playa, cuando tumbados en la arena, contemplábamos el vuelo de las escandalosas gaviotas y tu me dijiste:
-"Me gustaría que el primero que se vaya de los dos, regrese convertido en gaviota".
Y yo, que fui el primero de los dos... no pude regresar convertido en ese pájaro, mi amor, tan solo me fue permitido sobrevolarte cuando estás sola, convertido en esa ave invisible, impalpable, que todos llamamos alma o espíritu.
*
ANGELES GARRIDO LUNA
ANGALU
(de "Cuentos de verano")
*

No hay comentarios:

Publicar un comentario