LA NIEVE

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Deja que peine tu pelo

y lave tu cara
le dijo el Sol a la Nieve
una clara mañana
infiltrándose entre nieblas
como cortinas blancas.
Y la Nieve, tímida le dijo:
No es mi cara lo que ves
mi faz es para la tierra
para lavar sus plantas
para fundirme con ella
cuando oses quemar mi espalda.
Y el Sol, suave y atrevido
disimulando sus garras
vistió de nubes sus manos
para, lento, acariciarla.
La Nieve ciñóse a la tierra
alargando sus manos blancas
escurriéndose por ella
hasta quedar en nada.
Allá abajo va la Nieve
camuflada en tímida agua
y luego nítida y ruidosa
despeñada en carcajadas
gritando al Sol su lenguaje:
Allá voy. Ahí te quedas.
El mar será mi morada.
Quizás otro dia vuelva
en copos a las montañas
para que cumpla la vida
su rueda que al TODO marcha
y para que TÚ, de nuevo
abrases y fundas mi espalda.
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Angeles Garrido Luna

ANGALU

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