miércoles, 30 de agosto de 2017

(Chispas para pensar)
*
Entre la niebla de mi memoria permanece todavía visible aquella frase que repetía mi madre: 
"De músico, médico, poeta y loco, todos tenemos un poco"
Frase que por desconocer su autor, cada cual adapta a su libre albedrío. Y así, unos suprimen la palabra músico, otros médico, otros poeta y otros loco.
A mi me gusta con todas ellas, porque en cierto modo, todas son ciertas. 
Ya desde niños, ¿quién no ha intentado componer una canción, aún teniendo la voz de cencerro o de pito?
Y ¿quien no ha contado maravillas de un medicamento a cualquier compadre en la misma situación? 
Y ¿quién no ha compuesto alguna vez un poema? Sea por imposición de un profesor de Literatura o por agradar a alguien. Sea un churro o un soneto casi perfecto. 
Y locos, ¡ay! hasta al más sereno de los cuerdos, se le ha ido más de una vez la olla. Y ya no digamos hoy en día, que parece un virus contagioso del que hay que prevenirse con denuedo para escapar a semejante epidemia. Y si no os gusta la definición de virus y preferís la de tuerca o tornillo, hasta las aceras están llenas de ellos. Si aceptamos esta última comparación, parece menos peligrosa, pero ¡ojo! que al menor descuido podemos tropezar con ellos y estampar nuestra nariz contra el suelo, quedándonos tan chatos, que por los agujeros asomen hasta las malas ideas que tenemos.
Sospecho que al llegar aquí ya estaréis pensando: " ¡Pues vaya con la chispa para pensar, si ya parece un testamento!"
Y no os faltará razón. Es uno de mis minis testamentos. Como testamentos son los poemas que escribimos todos los poetas, incluidos los más grandes de la Historia, hasta los pequeños como yo.
Esa niebla que trato de despejar aquí, viene a cuento, de que estoy recopilando en una Antologia, aquellos poemas de más enjundia, más polémica, más curiosidades, más profundidad o más historia, han representado o reportado a mi vida. Como he soportado situaciones que hoy no soportaría, personas que hoy a la más mínima habría mandado al carajo y que entonces no osé hacerlo, y un sinfín de despropósitos ajenos humillantes y ofensivos... estoy tratando de suavizarlos al máximo, para que no parezca una venganza -que no lo es- y me entreno haciendo comentarios por este blog y por facebook. 
Cuando este año termine y se alejen las maldiciones y tropiezos que no nos han permitido celebrar nuestras bodas de oro, que nos han chafado las vacaciones y que nos están haciendo sufrir, no sé si primero publicaré el libro mencionado, otro de poesía entre los más de 10 preparados, o uno de los tres de cuentos previstos, o una de las dos novelas ya depositadas en el Registro de la Propiedad Intelectual.
Esperaré para ver por donde sopla el viento. Y, de vez en cuando, iré editando aquí, algún cuento o algún poema. 
Y, ahora sí, doy por terminada esta CHISPA O TESTAMENTO.
*



2 comentarios:

  1. La había oído mutilada, pero es cierto que todos tenemos algo de... posiblemente de loco con mayor certeza.

    Besos.

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  2. Probablemente. En este mundo de hoy se nos ensortijan las ideas pero perdemos algún que otro tornillo.

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