martes, 23 de mayo de 2017

(Poetas de ayer)
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ANÓNIMO

(Transcribo aquí un gracioso poema recibido en mi correo, cuyo autor no me ha sido adjuntado y desconozco. Si alguien que visite este blog lo sabe, agradeceré que me lo diga y será añadido. Gracias)
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Un baturrico muy bruto 
marchaba desde su pueblo 
y en la mitad del camino 
se tropezó con San Pedro. 
Como no lo conocía 
no guardó excesivo celo 
y a la hora de expresarse 
lo hizo como lo hace el pueblo, 
con llaneza, un poco basto 
y sin demasiado tiento, 
pero tampoco digamos 
que le faltara al respeto. 
El saludo fue de buenas 
e intercambiaron acciones: 
el maño la bota de vino 
y el santo sus bendiciones. 
Entre preguntas, respuestas, 
chanzas y algunas diatribas 
preguntó San Pedro al maño:
 -y tú ¿dónde te encaminas?-
A lo que el mozo, resuelto, 
contestó de buena gana:
 pues me voy a Zaragoza 
a mercar simiente y pana, 
que mi padre quié sembrar 
antes que pase setiembre 
y mi madre va a coseme 
un calzón, como hace siempre, 
qestos que llevo ya tienen 
dos años y tres campañas 
y no les caben más piazos 
ni más zurcidos ni manchas. 
El Santo, con gran paciencia, 
le dijo al maño al instante: 
-Todo me parece bien 
salvo una cosa importante; 
llegarás a Zaragoza 
si Dios lo autoriza y quiere, 
y así debemos pedirlo 
para ver si lo concede -
El mozo, tozudo y fierme, 
le contestó con descaro 
con el tono un poco recio 
de baturro terco y bravo: 
-No sé si Dios lo querrá 
o querrá lo que yo quiero, 
pero voy a Zaragoza 
por encima de San Pedro, 
y más vale que ninguno, 
ni clérigo u bandolero, 
me se ponga por delante. 
Y ya está, señor viajero - 
El Santo, que es bien sabido, 
también tenía su genio, 
al punto le reveló quien era: 
-¡Yo soy San Pedro!, 
y por soberbio y farute 
ya no irás a comprar pana; 
desde ahora y por un año 
serás convertido en rana. 
Cuando vuelva en una añada, 
si el Señor me lo consiente, 
otra vez te propondré 
la pregunta consiguiente, 
y espero que a la respuesta 
ya no le hagas tantos ascos. 
¡Quita de mi vista, maño 
y métete en ese charco! - 
Y la ranica, obediente, 
en un brinco y cuatro saltos, 
se capuzó en una charca 
al pie de unos chopos altos. 
San Pedro se marcha andando 
y repitiendo en voz alta: 
-¡Hay que ver, estos baturros 
cuantismo me dan la lata!; 
a la hora de expresarse 
echan todo por la borda 
y proclaman lo que piensan 
aunque sea el “susum corda”.
Entre lluvias y sequías 
un año entero ha pasado 
y, ¡qué suerte hemos tenido: 
la charca no se ha secado! 
A la sombra de ese chopo 
un viajero solitario 
reza cuatro padrenuestros 
y luego lee el diario. 
Del agua asoma una rana 
gorda y bien alimentada 
que entre croar y croar 
se calla y no dice nada. 
-Ya veo que estás aquí-, 
dice el Santo con malicia, 
-bien lustroso y remojado 
y puntual a nuestra cita -
¡Croac!, le contesta el batracio, 
-¡croac, croac!-, insiste animado, 
pero de ahí nadie le saca 
y se calla consternado. 
-¡Vuelve a ser tú, renacuajo, 
que el año ya se ha cumplido, 
porque quiero preguntarte 
a ver lo que has aprendido!- 
Y aparece el baturrico 
silencioso y bien plantado 
con sus calzones zurcidos 
y el cachirulo achopado, 
pues no en vano todo un año 
estuvo entero en remojo 
en un charco con dos chopos, 
pan de rana y un matojo. -
¡Usté dirá, don San Pedro, 
lo que guste preguntar, 
que según lo que pregunte 
yo le sabré contestar!-, 
dice por fin el baturro 
entre temeroso y fato, 
-¡pero mire que de casa 
hace ya un año que falto,
y si les digo a mis padres 
que me ha retenido un santo 
a los dos nos puén poner 
peras y lomos a cuarto! 
-¡No trates de escabullirte 
con romances tan baratos 
y contesta como debes!: 
¿dónde te llevan tus pasos?- 
-¡Pues mire usté, don San Pedro: 
voy por simiente y por pana 
y esta noche dormiré 
en la Posada Las Almas, 
que llevo muchismas noches 
dormiendo adrento del agua 
y ya siento la reuma 
rosigándome las tabas! 
No quiero que usté se ofenda 
ni que se pònga mu bravo, 
pero yo estoy en mis trece 
de terminar con mi encargo. 
Y lo diga quien lo diga, 
aunque me lo mande un santo, 
yo voy ande usté ya sabe: 
¡A Zaragoza o ....al charco!
*

2 comentarios:

  1. Pues yo tampoco se quien es el autor, parece una de esas canciones populares. Has hecho muy bien en publicarla a mi me ha gustado mucho. Abrazos

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  2. Conocía una versión corta como chiste, pero desconocía ésta. Retrata muy bien a los baturros y lo sé, porque lo es mi marido y toda su familia materna. Una novela que tengo ya registrada disfruté retratando esos tipos de personajes tan chuscos. Testarudos y algo brutos, pero en el fondo muy leales y tiernos. Esa novela, junto con otra con un cariz más histórico y centrada en Gerona gran parte de ella, están esperando turno para ser publicadas. No me atrevo a enviarlas a concursos porque no sé cuáles están amañados y cuales no. Así que, junto a uno diez de poemas, ya terminados y a un sinfín de poemas y cuentos sueltos... tengo la casa abarrotada de papelotes. Gracias por tu comentario. ¡Buenas noches, guapetona!

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