(Poemas de Angalu)

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JUNTO AL ORDENADOR

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Pasando de los setenta

la ciática no perdona.

El sufrir no me abandona.

Todo me pide su cuenta.

El letargo del invierno,

niebla, lluvia o tramontana...

no apetece la ventana...

la ciudad es un infierno.

En los días soleados

una curruca extraviada

presume, capirotada,

saltando por los tejados.

¿Se pone tonto el ratón?

Pues rabio y borro la plana,

retrocedo del programa

y termino la función.

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