viernes, 21 de agosto de 2015

(Poemas de Angalu)
*

GIMEN BAJO MI CAMA



miles, miles y miles...



poemas tristes que piden



poder sin alas volar.



Revistas empaquetadas



en las cajas prisioneras



apretadas sin piedad



me piden su libertad.



Las oigo en sueños, y sueño



con el poeta que gime



con el poeta que llora



con el poeta que calla



el poeta que se va



asfixiando sus palabras



sin que nadie las esparza



para expresar su verdad.



Nadie quiere las revistas.



Solo para hacer papel



para que otros poetas



plasmen su sentir en él.



Ofrecí ya las revistas



en orden, clasificadas



a todas la Bibliotecas



pero no sirvió de nada.



Les molesta hasta el decir



siquiera que sí o que no.



Y es porque no las oyen



como las oigo yo.



Y el tiempo se va escurriendo



sin encontrar solución.



Para mi es imposible



luchar por su difusión.



Repartirlas es difícil.



Son muchas. Caro el correo.



Y por la falta de tiempo



plasmarlas aquí no puedo.



¿Qué hago con tantas revistas



para no echarlas al fuego?



¿Papel y que otros poetas



plasmen de nuevo sus sueños?



*



ANGELES GARRIDO LUNA



*


1 comentario:

  1. Tiempo después encontré un par de soluciones que llegué a aplicar y varias de las que todavía no tengo experiencia. En los buzones de devoluciones de las bibliotecas, cayeron durante meses, paquetes de libros de poesía, revistas literarias y novelas. En otra ocasión, utilicé los buzones de la ciudad, como regalos anticipados de Navidad. Me falta experimentar el dejar olvidados en las bancos de los paseos y plazas un libro o revista, así como en las salas de espera de médicos y clínicas... ¡todo se andará, con tal de que no se vayan a la basura!
    Si todos los que entráis aquí hacéis lo mismo, dará gusto pasear y encontrar por sorpresa un libro. ¿No os parece?

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