CONDENADO A LA TIERRA
*
Con mi dolor a solas, como a cuestas
del corazón que duele y no medita,
voy avanzando por la red maldita
con un asco mortal metido en fiestas.
Si sufro duramente es porque tengo
la mente de existir atormentada,
y tengo la conciencia de mi nada,
pues sé que no soy nada, y lo mantengo.
También el mundo duele. Mientras pueda
fecundará el tormento más profundo:
Dios es la adulta elevación del mundo
y el único consuelo que me queda.
A la medida del engaño impera
la máscara del alma: carne mustia.
Habito el mal. Y bebo con angustia
el cáliz de mi sangre verdadera.
Si mi luchar la dicha nunca alcanza
-un hombre soy de hierro en la impotencia
sumido en tan continua decadencia-
pierdo la vida y pierdo la esperanza.
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MARIO ANGEL MARRODAN
(Poeta amigo mío fallecido)