miércoles, 23 de junio de 2010


Atrévete a sonreir el primero, como este tierno amanecer en Peñíscola, iniciando un círculo de sonrisas, con ese lenguaje sin lenguas que todo el mundo entiende, sin permitir que sea una mueca de marioneta, sino sincera y sentida. No te importe su brevedad. Las flores solamente son tristes cuando se marchitan y siempre nos queda el recurso de sonreir de nuevo... ¡ es tan fácil!
Espero que esta rueda de doce pensamientos sobre el tema te hagan reflexionar y te ayuden a sonreir.
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ANGALU
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