martes, 2 de febrero de 2010

Fábulas
*
El elefante y otros animales
*
Allá en tiempos de entonces,
y en tierras muy remotas
cuando hablaban los brutos
su cierta jerigonza,
notó el sabio elefante
que entre ellos era moda
incurrir en abusos
dignos de gran reforma.
Afeárselos quiere,
y a este fin los convoca.
Hace una reverencia
a todos con la trompa,
y empieza a persuadirlos
en una arenga docta
que para aque intento
estudió de memoria.
Abominando estuvo
por más de un cuarte de hora
mil ridículas faltas,
mil costumbres viciosas;
la nociva pereza,
la afectada bambolla,
la arrogante ignorancia,
la envidia maliciosa.
Gustosos en extremo
y abriendo tanta boca,
sus consejos oían
muchos de aquella trompa.
El cordero inocente,
la siempre fiel paloma,
el leal perdiguero,
la abeja artificiosa,
el caballo obediente,
la hormiga afanadora,
el hábil jilguerillo,
la simple mariposa.
Pero del auditorio,
otra porción no corta,
ofendida, no pudo
sufrir tanta parola.
El tigre, el rapaz lobo,
contra en censor se enojan.
¡Qué de injurias vomita
la sierpe venenosa!
Murmuran por lo bajo,

zumbando en voces roncas,
el zángano, la avispa,
el tábano y la mosca.
Sálense del concurso,
por no escuchar sus glorias,
el cigarrón dañino,
la oruga y la langosta.
La garduña se esconde,
disimula la zorra,
y el insolente mono
hace de todos mofa.
Estaba el elefante
viéndolo con pachorra,
y su razonamiento
concluyó de esta forma:
"A todos y a ninguno
mis advertencias tocan:
quien las siente, se culpa;
el que no, que las oiga."
Quien mis FÁBULAS lea,
sepa también que todas
hablan de mil naciones,
no sólo de la española.
Ni de estos tiempos hablan,
porque defectos notan
que hubo en el mundo siempre,
como los hay ahora.
Y pues no vituperan
señaladas personas,
quien haga aplicaciones,
con su pan se lo coma.
*
(Ningún particular debe ofenderse de lo que se dice en común)
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TOMÁS DE IRIARTE
*
Don Tomás de Iriarte nació en Orotava (Canarias) en el año 1750 y murió en Madrid (donde habíase educado junto a su tio don Juan de Iriarte, ferviente humanista y uno de los españoles que tal vez haya escrito mejor en latín) en 1791.
Su vida, breve como puede colegirse cotejando las fechas de nacimiento y muerte fue, literalmente considerada, una mera pugna con lo más saliente de los ingenios de su época.
Iriarte fue un excelente y facilísimo versificador. Aunque sin vena poética, cultivó con éxito todas las formas métricas debido a esta natural facilidad para rimar.
Justo es también citar, como muestra de buena prosa, su folleto titulado "Los literatos en cuaresma", número primero de una a modo de revista que no se continuó.
Como traductor puso en verso el ARTE POÉTICA DE HORACIO y parte de la ENEIDA.
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