sábado, 14 de noviembre de 2009


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¿Es verdad que somos más altos por la mañana?
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Todos somos un poco más altos al levantarnos que a última hora del día. Hay dos factores básicos: en el caso de los niños, la hormona del crecimiento es secretada de forma intermitente a lo largo de la noche y actúa sobre diferentes intermediarios químicos para alargar los extremos de los huesos, las llamadas "apítesis"; el efectos más marcado ocurre después de la etapa de crecimiento y está causado por la compresión postural de espina dorsal bajo los efectos de la gravedad. Nuestra actividad cotidiana hace que los elementos de la columna vertebral, especialmente los discos intervertebrales, se compriman y acorten nuestra estatura. La postura erguida también hace que se arqueen aún más las dos curvaturas naturales que tenemos en la columna. Estas alteraciones hacen que al acostarnos seamos hasta 16 milímetros más bajos que cuando nos levantamos.
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