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Y LAS HOJAS CAYENDO
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(Al que fue como un segundo padre: mi suegro)
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SUS TONOS
del ocre al dorado viejo
se mueven al compás del viento
-negándose a morir-
siguen, sin cesar,
su protesta en el suelo.
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Y TU,
te has ido en espíritu
y ahora te vas en cuerpo
a tu última morada
presidiendo el gran cortejo.
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BELLA, TRISTE Y TIERNA ESTAMPA
entre coronas de flores
lágrimas, sollozos y rezos...
en coche... a paso lento
te va despidiendo.
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RUGE EL VIENTO
dejando al descubierto
de un cielo sin nubes
el vivo azul de su cuerpo.
Compite el sol con el frío
en su sin par duelo.
Pasan los árboles,
nos van despidiendo.
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Y LAS HOJAS
en loco arrebato
-campanas silenciosas
que tocan a muerto-
siguen cayendo...
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ANGELES GARRIDO LUNA
ANGALU
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hola muy bonito tu poema, un abrazo y felicitaciones te seguire saludos desde tenerife
ResponderEliminarGracias, gaviota. Muy bonito lo que dices pinchando en tu abanderado.
ResponderEliminarANGALU
Un precioso homenaje a un ser querido que se fue como lo hacen las hojas en otoño. Ellas vuelven cada año, los que nos dejaron, están siempre en el recuerdo. Un saludo afectuoso.
ResponderEliminarUn saludo a ti, María y también a tu madre, mi tocaya, y gracias por el comentario.
ResponderEliminarANGALU