sábado, 31 de octubre de 2009


*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
EL CAMPO DEL MORO
también tiene su historia.
*
El Rey Juan II, fue muy bien recibido por el pueblo de Madrid.
Se le obsequió con un osezno y su domador, que fueron instalados en el Campo del Moro. El adiestrador amaestró al animal violentamente. Una noche, el oso escapó de su jaula y al dia siguiente desapareció su domador.
En las noches de luna llena los centinelas contaban que se oían pisadas, gruñidos y gritos humanos.
Algunos afirmaron haber visto entre los árboles las sombras de un animal y una persona que huía de sus garras.
Esta leyenda cobró fuerza con el paso de los años.
*

No hay comentarios:

Publicar un comentario