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¿Qué pasa si me trago un chicle?

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A priori, nada. A un niño podría causarle un atragantamiento, si se queda atascado en el esófago, y, en algún caso, una oclusión intestinal. No obstante, circulan bastantes bulos sobre el tragar chicle: según algunos, podría desatar diarrea y apendicitis o quedar pegado a las paredes del estómago. Esta mala prensa proviene de la época en que los plásticos proliferaron y la industria alimentaria los incluía en los alimentos para abaratar costes. En realidad, el consumo de chicle sólo puede causar flatulencias o aerofagia.

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