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EL ENIGMÁTICO CABALLERO

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A finales del diglo XII Rubielos pertenecía al caballero D.Alonso de Rubielos, mientras que la población próxima de Mora era gobernado por la joven Fátima de Mora.

Era costumbre de la época que en períodos de tregua se organizasen torneos y justas en las que rivalizaban los mejores caballeros, tanto en el manejo de las armas como en el dominio de los corceles.

A uno de estos torneos, convocado en la población musulmana de Mora, acudieron los mejores jinetes sarracenos, que llegaron de todo el mundo islámico, acompañados de fastuosas comitivas.

El torneo estuvo muy competido, hasta que finalmente un enigmático caballero que había llegado solo, obtuvo la victoria. Nadie conocía su identidad, oculta bajo una empenetrable celada. Cuando dejó ver el rostro resultó ser D. Alonso, señor de Rubielos, que estaba enamorado de la princesa mora. El desconcierto fue general entre todos los presentes. Fátima, admirada por el valor del solitario hinete también se enamoró de D. Alonso.

La relación entre ambos no resultó fácil, pero finalmente se eliminaron los obstáculos motivados por la religión y las costumbres. Los enamorados se casaron y, para evitar recelos, las dos poblaciones dependieron tanto de Fátima como de Alonso; a partir de ese momento pasaron a denominarse MORA DE RUBIELOS Y RUBIELOS DE MORA.

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