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Un mediocre actor molestaba continuamente a Bernard Shaw pidiéndole una carta de recomendación para un empresario importante de Londres. Para librarse de una vez del importuno, le dio la carta, redactada en los siguientes términos:

"Mi querido amigos: El dador de la presente representa a Shakespeare, a mí y a otras celebridades del teatro. Además toca la flauta y juega al tenis. Esto último es lo que hace mejor. Afectuosamente, BERNARD SHAW"

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