domingo, 26 de abril de 2009



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EL SEXO ESTÁ EN LA NARIZ

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Los lobos marinos salen del mar sólo cuatro meses al año para aparearse. Un período de poca paz, ofreciendo uno de los mayores espectáculos del mundo.

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Polígamos en extremo, entre finales de julio y principios de agostos, los machos llegan a las playas de Georgia del Sur, para fijar el territorio de sus harenes. La protuberancia nasal será uno de los factores cruciales para el éxito; es símbolo de madurez sexual y fuerza.

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Entre dos machos adultos el combate es inevitable. La grasa los protege de las dentelladas del rival y, pese a las abundantes hemorragias, es raro que sufran heridas graves. Lo máximo: serios desgarros en la nariz.

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Las hembras llegan a la costa entre mediados y finales de agosto. Pocos días después paren una cría tras 11 meses de gestación y comienzan un ayuno que se extenderá durante las tres largas semanas de lactancia que su hijo necesita antes del destete.

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Tras el destete, las hembras se aparean con los machos. Sólo lo consiguen los que han ganado los combates. Aún así, algunos jóvenes osados esperan a que el dueño de un harén inicie otra pelea para "robarle" a sus hembras sin ser vistos.

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Foto: National Geographic.

Texto, extraído y abreviado de: XLSEMANAL

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