
LA VIDA
*
Da pena dejar la vida
y con ella
la familia tan querida.
Mas si con ojos del alma
miro al cielo
y de ÉL me hago un esbozo
la pena se convierte en gozo.
Y es que allá sé que me espera
no el GRAN JUEZ
si no el ABOGADO AMIGO
y me digo:
que grande fue mi pecado
y mayor tal vez la ofensa,
mas, ¿qué puedo yo temer
con tal especial defensa?
¡Oh SEÑOR, piedad te ruego,
más que mi juez, sé mi amigo,
que pueda encontrarme contigo
y ahora decirte: ¡HASTA LUEGO!
*
ANGELES LUNA CREVILLÉN
(MI MADRE)
*
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