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HOMENAJE A JORGE LUIS BORGES
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Bajo una piedra tosca , de apariencia Antigua como un monolito, está enterrado JORGE LUIS BORGES. Aunque nació en BUENOS AIRES en 1899, fue Ginebra la ciudad donde fue a morir. Cuando contaba quince años, la Primera Guerra Mundial lo sorprendió en Europa con su familia y eligieron Suiza para refugiarse de la contienda.
Esta fue siempre una ciudad amada por Borges. Seis meses antes de su muerte, regresó a la ciudad donde la felicidad le resultaba posible, tal como había confesado. Se hospedó en un hotel con María Kodama, hasta que, el 14 de junio de 1986 falleció, y fue enterrado en el CEMENTERIO DE LOS REYES.
“De todas las ciudades del planeta, de las diversas e íntimas patrias que un hombre va buscando y mereciendo en el decurso de los viajes, Ginebra me parece la más propia a la felicidad. Sé que volveré siempre a Ginebra, quizás después de la muerte del cuerpo:”
EL INGENUO
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Bajo una piedra tosca , de apariencia Antigua como un monolito, está enterrado JORGE LUIS BORGES. Aunque nació en BUENOS AIRES en 1899, fue Ginebra la ciudad donde fue a morir. Cuando contaba quince años, la Primera Guerra Mundial lo sorprendió en Europa con su familia y eligieron Suiza para refugiarse de la contienda.
Esta fue siempre una ciudad amada por Borges. Seis meses antes de su muerte, regresó a la ciudad donde la felicidad le resultaba posible, tal como había confesado. Se hospedó en un hotel con María Kodama, hasta que, el 14 de junio de 1986 falleció, y fue enterrado en el CEMENTERIO DE LOS REYES.
“De todas las ciudades del planeta, de las diversas e íntimas patrias que un hombre va buscando y mereciendo en el decurso de los viajes, Ginebra me parece la más propia a la felicidad. Sé que volveré siempre a Ginebra, quizás después de la muerte del cuerpo:”
EL INGENUO
Cada aurora (nos dicen) maquina maravillas
capaces de torcer la más terca fortuna;
hay pisadas humanas que han medido la luna
y el insomnio devasta los años y las millas.
*
En el azul acechan públicas pesadillas
que entenebran el día. No hay en el orbe una
cosa que no sea otra, o contraria, o ninguna.
A mí sólo me inquietan las sorpresas sencillas.
*
Me asombra que una llave pueda abrir una puerta,
me asombra que mi mano sea una cosa cierta,
me asombra que del griego la eleática saeta
*
instantánea no alcance la inalcanzable meta,
me asombra que la espada cruel pueda ser hermosa,
y que la rosa tenga el olor de la rosa.
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JORGE LUIS BORGES
Argentina
*JORGE LUIS BORGES
Argentina
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