sábado, 25 de febrero de 2017

(Fotografía de un rincón de Archena, muy cerca de donde nací)
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(Poemas de Angalu)
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Hoy, sábado, después de mirar por tv. una peli con guión original pero larga y pesada, entro aquí para resarcirme un poco, copiando un fragmento de mi agotado libro -publicado en 1983- titulado ABC POEMARIO CACOFONOTRAGICÓMICO, que a algunos os parecerá un tanto jocoso o irónico. Tal vez ni merezca un solo comentario. Eso ya se verá, así que sigo:

Tras la presentación que dice y dije: 

Los poetas, como los pájaros,
exhiben mejor su plumas
en completa libertad.
Espero no ofendan mis alas
cuando me echo a volar.

Escojo el poema dedicado a la letra "J" que dice y dije:

¡VIVA LA "J"!

El Rajá no se raja si rije,
ni el paje si moja se queja,
ni el joven se jacta jocoso
si jalea su "jo" su "jopá" y su jerga.
El jeque no raja ni estruja
si coje la joya su caja.
El jaguar no ruje sin reja.
Con Jehová Job no jime y encaja.
Ni el jerjén con jersey o jubón
jeringuea y jalea jetudo.
Ni el jinete trajina el mojón
sin mojarse en jofaina y jabón.
Si Jorge, José, Jaime y Juan
trabajan sin bajón,
no enjutan de ceja a ceja
ni jimen si jaman jamón.
El jilguero sin jaula gorjea.
La jirafa con hojas trajina.
Y la miaja maja con su espejo
no se enoja si lo deja lejos.
El pijo no joroba al canijo cojo
si hay un piojo juzgando su ceja.
Ni al juez jibará el Alejo
si lo encaja en una reja.
Jeroglífero jotero
sin jipijapa de paja
ni traje de jira o de lujo
que tanta jota encaja...
canijo como un jazmín
que de mi jardín yo traje...
si no le trajina jaqueca
ni jalea ni pone en jaque...
¡encájelo en su jarrón!
Sea justo, sea juglar.
No sea judas, ni jope
y entreteja un ja ja ja!
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Ángeles Garrido Luna
ANGALU
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(Me permití la licencia de utilizar la letra "j" como nuestro admirado poeta JUAN RAMÓN JIMÉNEZ, aunque no le llegue a la suela del zapato)
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¡FELIZ FIN DE SEMANA A TODOS!
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Celtic Woman A New Journey

viernes, 24 de febrero de 2017

El polémico video sobre la Iglesia. ¿Nos perjudica o nos beneficia?

El polémico video sobre la Iglesia. ¿Nos perjudica o nos beneficia?

jueves, 23 de febrero de 2017

jueves, 16 de febrero de 2017

(Poemas de Angalu)
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LA VOZ DE LA MONTAÑA
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Llegan las cucarachas de acero
trepando sobre mis curvas
y rasgando mi silencio.
Aparcan en cualquier sitio
y eso que llaman "humanos"
invade mis terrenos,
rasgando mis vestidos,
la piel hendiendo,
y me dejan sus deshechos.
Uno me arranca un pino.
Aquella una flor.
Y en diciembre mis abetos.
Otros me dejan sin setas,
o sin musgo,
o sin muérdago,
o cazan mis criaturas,
o me desnudan con fuego.
Cuando el Sol, ya cansado
de ver tanto desperfecto
se va por el horizonte,
al fin se marchan ellos;
entran en sus cucarachas
y con su ruido y sus prisas
se van con mi viento fresco.
Sólo se quedan allá abajo
a disfrutar mi silencio,
beberse mi sangre clara,
y empaparse de mi viento,
los que duermen en mi alfombra
con sus niños y sus perros.
¡Pero qué triste me quedo!
¡Venid, 
venid la semana que viene!
Pero aprended primero
a respetar mi vestido
y conservar mi cuerpo
con todos sus animales
y con todos sus insectos!
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Ángeles Garrido Luna
(1.980)
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(Refranes)
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EN FEBRERO, UN DÍA MALO Y OTRO BUENO.
También con el mismo significado se dice: 
"En febrero un rato al sol y otro al humero".
Indica pues, lo variable que es el tiempo atmosférico en este mes.
También hay otro, válido en según que latitudes que es más bonito: 
EN FEBRERO, FLORECE EL ROMERO. 
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Yo, por aquí, he visto florecer entre finales de enero y febrero, las mimosas y las violetas del bosque. Pero no el romero. En fin, así se queda la cuestión.
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miércoles, 15 de febrero de 2017

(Pájaros sueltos)
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El cariño de los amigos y la familia
son las plumas que harán volar como pájaros
todos los poemas que escriba.
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ANGALU
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martes, 14 de febrero de 2017


(Pájaros sueltos - Mensajes)
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Hoy, 14 de Febrero, día de San Valentín 
patrón de los enamorados, 
(aunque cada día sea su día) 
adjunto aquí con una rosa, un "pájaro suelto" apropiado
para todos los que así se sientan.

TARDE


Nubes altas. Viento frío. 
La tarde dobla en el río 
su capote de paseo... 
¡Flores tiene mi deseo 
para ti, cariño mío!
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José María Pemán
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lunes, 13 de febrero de 2017





(Poetas de ayer)
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Conciencia tranquila y sana 
es el tesoro que quiero; 
nada pido y nada espero 
para el día de mañana.
Ni voy de la gloria en pos, 
ni torpe ambición me afana;
Y al nacer cada mañana,
tan sólo le pido a Dios 
casa limpia en que albergar, 
pan tierno para comer, 
un libro para leer 
y un Cristo para rezar; 
que el que se esfuerza y agita 
nada encuentra que le llene, 
y el que menos necesita 
tiene más que el que más tiene. 
Amén

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José María Pemán

viernes, 10 de febrero de 2017



(Artículos interesantes)
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EL OLOR DEL COCIDO

Pagó la última ronda de unas cervezas que le habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo. Se lo habían pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia, de todo lo que les pedía el anticlericalismo que los unía como la amistad que se profesaban y que les servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta.
Se fue a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino se encontró con un olor que lo llevó directamente hasta el paraíso efímero de su infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que lo recibía cuando llegaba a su casa después del colegio, con su madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar.
Entró en un local que le pareció un restaurante modesto, pero con encanto; iba distraído pensando en el Informe Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que le habían encargado en la empresa pública donde trabaja. En realidad, no era un restaurante; sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza, junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera.
De pronto abrió los ojos y se quedó pasmado al comprobar que, quien le servía la comida en la bandeja, era una monja. Aquello era un comedor social y se vio rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.
Quiso retirarse; pero la monja no lo dejó. Le sonrió y le dijo que no se preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarse de nada, que el cocido estaba buenísimo y que, de segundo, había filete empanado; que no se perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Se vio sentado a una mesa donde un matrimonio mayor, y bien vestido, comía en silencio, sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y le contaba su vida; había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía a dónde ir; menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo. Al final, he tenido suerte en la vida, compañero; así que no te agobies, que de todo se sale...

No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias. Se limitaban a darle de comer al hambriento, sin adjetivos.
Al salir, no le dio las gracias a la monja que le había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella le contestó con una sonrisa leve.
Vuelve cuando lo necesites y, si no estoy, di que vienes de parte mía. Me llamo Esperanza.
  
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¿Hay algún comedor social regido por ateos, musulmanes o por los sindicatos?
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(Este mensaje me ha sido enviado por e-mail y me ha parecido ejemplar compartirlo)
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viernes, 3 de febrero de 2017




(Poetas amigos)
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EN TU ALMA Y LA MÍA
Me dijo que no creía en Dios.
Sobre el valle llovía.
Y todo el valle era verde
la tarde se alborozó de alegría.

Me dijo que no creía en Dios.
Y Dios estaba en su alma y la mía,
y estaba en su sonrisa y sus gestos,
a nuestro alrededor todo era vida.
Me dijo que no creía en Dios.
Y Dios a ella le sonreía.
Y Dios estaba en nosotros
y en el perro que a sus pies dormía.
Me dijo que no creía en Dios.
Sobre el valle verde llovía.
Dios estaba en todas las cosas
y estaba en su alma y la mía.
(30/01/2017)
Marcelino Arellano Alabarces
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