(Poetas de ayer)
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ANÓNIMO
(Transcribo aquí un gracioso poema recibido en mi correo, cuyo autor no me ha sido adjuntado y desconozco. Si alguien que visite este blog lo sabe, agradeceré que me lo diga y será añadido. Gracias)
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Un baturrico muy bruto
marchaba desde su pueblo
y en la mitad del camino
se tropezó con San Pedro.
Como no lo conocía
no guardó excesivo celo
y a la hora de expresarse
lo hizo como lo hace el pueblo,
con llaneza, un poco basto
y sin demasiado tiento,
pero tampoco digamos
que le faltara al respeto.
El saludo fue de buenas
e intercambiaron acciones:
el maño la bota de vino
y el santo sus bendiciones.
Entre preguntas, respuestas,
chanzas y algunas diatribas
preguntó San Pedro al maño:
-y tú ¿dónde te encaminas?-
A lo que el mozo, resuelto,
contestó de buena gana:
pues me voy a Zaragoza
a mercar simiente y pana,
que mi padre quié sembrar
antes que pase setiembre
y mi madre va a coseme
un calzón, como hace siempre,
qestos que llevo ya tienen
dos años y tres campañas
y no les caben más piazos
ni más zurcidos ni manchas.
El Santo, con gran paciencia,
le dijo al maño al instante:
-Todo me parece bien
salvo una cosa importante;
llegarás a Zaragoza
si Dios lo autoriza y quiere,
y así debemos pedirlo
para ver si lo concede -
El mozo, tozudo y fierme,
le contestó con descaro
con el tono un poco recio
de baturro terco y bravo:
-No sé si Dios lo querrá
o querrá lo que yo quiero,
pero voy a Zaragoza
por encima de San Pedro,
y más vale que ninguno,
ni clérigo u bandolero,
me se ponga por delante.
Y ya está, señor viajero -
El Santo, que es bien sabido,
también tenía su genio,
al punto le reveló quien era:
-¡Yo soy San Pedro!,
y por soberbio y farute
ya no irás a comprar pana;
desde ahora y por un año
serás convertido en rana.
Cuando vuelva en una añada,
si el Señor me lo consiente,
otra vez te propondré
la pregunta consiguiente,
y espero que a la respuesta
ya no le hagas tantos ascos.
¡Quita de mi vista, maño
y métete en ese charco! -
Y la ranica, obediente,
en un brinco y cuatro saltos,
se capuzó en una charca
al pie de unos chopos altos.
San Pedro se marcha andando
y repitiendo en voz alta:
-¡Hay que ver, estos baturros
cuantismo me dan la lata!;
a la hora de expresarse
echan todo por la borda
y proclaman lo que piensan
aunque sea el “susum corda”.
Entre lluvias y sequías
un año entero ha pasado
y, ¡qué suerte hemos tenido:
la charca no se ha secado!
A la sombra de ese chopo
un viajero solitario
reza cuatro padrenuestros
y luego lee el diario.
Del agua asoma una rana
gorda y bien alimentada
que entre croar y croar
se calla y no dice nada.
-Ya veo que estás aquí-,
dice el Santo con malicia,
-bien lustroso y remojado
y puntual a nuestra cita -
¡Croac!, le contesta el batracio,
-¡croac, croac!-, insiste animado,
pero de ahí nadie le saca
y se calla consternado.
-¡Vuelve a ser tú, renacuajo,
que el año ya se ha cumplido,
porque quiero preguntarte
a ver lo que has aprendido!-
Y aparece el baturrico
silencioso y bien plantado
con sus calzones zurcidos
y el cachirulo achopado,
pues no en vano todo un año
estuvo entero en remojo
en un charco con dos chopos,
pan de rana y un matojo. -
¡Usté dirá, don San Pedro,
lo que guste preguntar,
que según lo que pregunte
yo le sabré contestar!-,
dice por fin el baturro
entre temeroso y fato,
-¡pero mire que de casa
hace ya un año que falto,
y si les digo a mis padres
que me ha retenido un santo
a los dos nos puén poner
peras y lomos a cuarto!
-¡No trates de escabullirte
con romances tan baratos
y contesta como debes!:
¿dónde te llevan tus pasos?-
-¡Pues mire usté, don San Pedro:
voy por simiente y por pana
y esta noche dormiré
en la Posada Las Almas,
que llevo muchismas noches
dormiendo adrento del agua
y ya siento la reuma
rosigándome las tabas!
No quiero que usté se ofenda
ni que se pònga mu bravo,
pero yo estoy en mis trece
de terminar con mi encargo.
Y lo diga quien lo diga,
aunque me lo mande un santo,
yo voy ande usté ya sabe:
¡A Zaragoza o ....al charco!
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Pues yo tampoco se quien es el autor, parece una de esas canciones populares. Has hecho muy bien en publicarla a mi me ha gustado mucho. Abrazos
ResponderEliminarConocía una versión corta como chiste, pero desconocía ésta. Retrata muy bien a los baturros y lo sé, porque lo es mi marido y toda su familia materna. Una novela que tengo ya registrada disfruté retratando esos tipos de personajes tan chuscos. Testarudos y algo brutos, pero en el fondo muy leales y tiernos. Esa novela, junto con otra con un cariz más histórico y centrada en Gerona gran parte de ella, están esperando turno para ser publicadas. No me atrevo a enviarlas a concursos porque no sé cuáles están amañados y cuales no. Así que, junto a uno diez de poemas, ya terminados y a un sinfín de poemas y cuentos sueltos... tengo la casa abarrotada de papelotes. Gracias por tu comentario. ¡Buenas noches, guapetona!
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