(Ráfagas)
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¡Ay, perro mundo que ladra!
¡Ay, bestial mundo que truena!
¡Ay, qué mundo tan canalla!
Cuando debe callar, suena.
Y si debe sonar, ¡CALLA!
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Angalu
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Acueducto Azul es un blog de poesía en todas sus vertientes de sentimiento, palabra, belleza y arte.
Hay que echarle alegría al mundo para no oír los ladridos, cantemos en voz alta para amortiguar los truenos. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es el mundo.
ResponderEliminarEl mundo como corteza tiene un pase. Pero el mundo con alma andante es imprevisible. Y, actualmente, muy terrible. En fin. No parece tener remedio.
EliminarPues sí, cantemos, aunque a veces nos cueste. Gracias Ester. Si te paseas por facebook, mira mi muro, así podreemos estar en contacto.
ResponderEliminarBesitos de pitiminí informatizados para evitar contagios.
Y así, una y otra vez, reincidente como un mal presagio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso es lo peor : la reincidencia.
EliminarLos ladridos parecen ser el pan nuestro de cada día.
ResponderEliminarY la templanza no parece amortiguar el bronco sonido de los truenos.
Estamos necesitados de arcos iris.
Besos.
Tienes razón. Estamos necesitados de la belleza del arco iris, la ternura de los nietos y las sonrisas que nos puede provocar el humor de un chiste.
EliminarCansa el ladrido del perro mundo; prefiero el ladrido de los perros, de esos que tienen hogar y de los que no lo tienen. Pero que hay que temerle al perro mundo, hay que cuidarse.
ResponderEliminarCiertamente no todos los silencios son prudentes ni todos los ladridos guardan la viña.
ResponderEliminarUn abrazo.