lunes, 13 de abril de 2009


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HOMENAJE A CORÍN TELLADO

Ayer, Domingo de Pascua, la prensa española daba su adiós a la REINA DE CORAZONES.

Su ingente legado, cinco mil novelas románticas, compite con CERVANTES en números de lectores en español.

CORIN TELLADO falleció el sábado en Gijón a los 82 años. Según cuentan era austera, se correspondía en poco o nada con sus desbocados personajes, de idiosincrasia norteña.

Nació en Viavélez, Asturias en 1927, hija de marino y única mujer de cinco hermanos, nunca aceleró en exceso su tren de vida, pese a que ganó dinero en abundancia desde muy joven. En sus primeros años de éxito como escritora no se apeó de sus costumbres cotidianas y, a bordo de los tranvías de Gijón, solía pensar: “si esta gente supiera que gano 28.000 pesetas., cuando el sueldo de un ingeniero es de 3.000...”

Fue pionera en casi todo, y también en esa independencia económica que conocieron poquísimas mujeres de su generación. Se separó a los cuatro años de matrimonio, con dos hijos muy pequeños, y siempre creyó que, de alguna manera, contribuyó a espabilar a las españolas, pues sus heroínas –“bellísimas, incitantes, de senos túrgidos”- se divorciaban cuando nadie alcanzaba a soñar con hacerlo.

Desde su indiscutible reinado popular, logró valedores en la “literatura culta” como Guillermo Cabrera Infante, admirador confeso de una obra que, según ha dejado escrito y dicho, despertó su vocación literaria. O Mario Vargas Llosa, quien siempre le ha reconocido su nervio narrativo. Según él: “Fue un fenómeno social y cultural que permitía soñar”. Recuerda cuando la entrevistó en el programa que el escritor tenía en televisión: “Me sorprendió por ser una mujer terriblemente sencilla, pero, sobre todo, por lo poco que conocía de la enorme difusión de su obra”, creo que los editores ganaron con ella más dinero que la propia CORÍN. Aunque reconoce no haber leído ninguna de las novelas de Corín Tellado, Vargas Llosa habla de la obra de la autora fallecida como de “una literatura menor y popular, sin pretensiones intelectuales, dirigida a un público humilde y poco informado”, y añade: “Era una fabuladora nata, sin una gran formación, pero con una intuición romántica que iba al compás de los tiempos”.

Quizás debiéramos meditar sobre estas últimas frases de MARIO VARGAS LLOSA, y aplicarlo a la POESÍA. ¿Por qué no se vende más poesía? ¿Es inteligible para el gran público? ¿Se usan metáforas demasiados oscuras?
No es preciso rebajar la calidad de la escritura, al contrario, se trata de no usar tanto recurso intelectualoide que cansa y abruma al lector, pero... ¿Son demasiado caros los libros? ¿Es una excusa editorial el decir que no se vende, y todo obedece a una conveniencia para explotar a tanto poeta, muchos de los cuales son de gran calidad? ¿Les resulta más fácil y más rentable, exigir que cada uno pague su propia edición, su difusión, incluso la venta, que correr el riesgo de promover su lectura por todos los medios al alcance, que hoy día son muchos?...
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2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Confieso que no he sido capaz de terminar nunca una novela de dicha escritora. Pero ello no es motivo para que la admire por haber sido capaz de arrastrar a la lectura a tantas y tantas personas, tanto mujeres como hombres.
    ANGALU

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