jueves, 2 de abril de 2009


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EL MAR TAMBIÉN SE ENAMORA
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Desde la Playa del Cristo
hasta La Punta La Plata
el mar lame suspirando
el espigón y la rada.
Un día que alzó la vista
le deslumró con su gracia
la sierra que tiene enfrente,
majestuosa y galana.
"¿Cómo te llamas preciosa?"
Le preguntó con voz de agua;
las algas, las caracolas,
dentro de su ser temblaban.
Ella respondió melosa
"Sierra Bermeja me llaman"
y su fal¡z se puso roja
lo mismito que la grana.
El mar ahogando un suspiro
que rretumbo en sus entrañas,
"Mira que con ser tan grande
no pueda alcanzar tu falda
ni besarte la cintura,
ni bordarte con amor
rosas de sal en la enagua.
Quién fuera humilde jilguero
para posarse en las ramas
de las jaras que te adornan,
el tomillo y la retama"
"No sufras, amor, le dijo
complacida la montaña,
que mil veces me han besado
la pureza de tus aguas.
Cuando las nubes boscuras
sobre mi faz se desgajan
y ya empapada de ti
el agua por mi resbala
te la devuelvo hecha cintas
que atan tu alma a mi alma".
De forma tan misteriora
la sierra y el mar se aman.
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PEPITA MARTÍN ISARDO
Estepona
(del Certamen POESÍAS AL MAR
de AZAHAR.2002)
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