GIMEN BAJO MI CAMAmiles, miles y miles...
poemas tristes que piden
poder sin alas volar.
.
Revistas empaquetadas
en sus cajas prisioneras
apretadas sin piedad
me piden la libertad.
.
Las oigo en sueños, y sueño
con el poeta que gime
con el poeta que llora
con el poeta que calla...
el poeta que se va
asfixiando sus palabras
sin que nadie las esparza
para expresar su verdad.
.
Nadie quiere tanto poema
solo para hacer papel
para que otros poetas
plasmen su sentir en él.
.
Ofrecí ya mis revistas
en orden, clasificadas
a todas la Bibliotecas
pero no sirvió de nada.
.
Les molesta hasta el decir
siquiera que sí o que nó
y es porque no las oyen
como las oigo yo.
.
Y el tiempo se va escurriendo
sin encontrar solución.
Para mi es imposible
luchar por su difusión.
.
Repartirlas es difícil.
Son muchas. Caro el Correo.
Y no dispongo de tiempo.
Plasmarlas aquí no puedo.
.
¿Qué hago con tanta Revista
para no echarlas al fuego?
¿Papel y que otros poetas
plasmen de nuevo sus sueños?
*
ANGELES GARRIDO LUNA
Achei maravilhoso este poema!
ResponderEliminarRealmente o que fazemos com tantas revistas?
Quando encontrares uma solução, diz-me para eu dar rumo às minhas.
Beijo
Graça
Encontré una solución.
ResponderEliminarDurante meses, visité alternativamente las bibliotecas de mi ciudad con un puñado en el bolso y las dejaba olvidadas, en una mesa arrinconada.
También deslizaba unas cuantas, normalmente las de mayor volumen, por el buzón de devoluciones.
Hasta que, meses después, colocaron un aviso de que los depósitos no se hicieran en ese lugar.
Seguramente, los bibliotecarios estaban ya hartos de buscar si ya estaban registradas y clasificarlas.
Así que todavía me queda una bolsa con un puñado de kilos.
¡Ya se me ocurrirá algo!
*