lunes, 27 de julio de 2009


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En una reuión, don Ramón del Valle-Inclán quería hablar y no lo conseguía. En vano intentaba meter baza; los demás seguían hablando como si él no existiese. De pronto, cansado sacó un revólver y disparó un tiro bajo la mesa. Se hizo el silencio y él, muy tranquilo, dijo:
-Pues como intentaba decirles...
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