sábado, 11 de julio de 2009


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EL MAR SE LLEVÓ TU PERSPECTIVA
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Los mil labios del mar
rompen en la ventana de mi cuarto.
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Gimen por dentro las algas, pequeños deseos
silenciosos afloran por la orilla.
El ronco amor que ciega los sentidos
se bate contra las rocas. Bebo aquí
mi compromiso, bajo como un buzo
hacia los centros del tifón,
allí se genera la desgracia del ser
sin plenitud. Desparrama
la espuma de la vida contra las embarcaciones
que huyen del primer adolescer,
quiebran su alto estadarte
las olas de plata.
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Las heridas se salan en los bordes,
se cauterizan con el iodo,
un estertor breve se deposita
y clava sus cuchillos en el corazón.
Ruge el mar sobre las acuarelas
y un viento huracanado, una galerna
puede romper el equilibrio
donde viven los peces sin mayoral,
donde los escualos nadan lentos sin descanso.
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Luego piso la playa
desde otro sitio de la edad,
desde otras aguas menos apasionadas;
nadie es responsable por sí solo
de que no dure la bonanza en sus parajes,
es responsable la infinita urdimbre
que entre todos tejemos,
el gran laberinto de los corales, el litoral
donde laten las pasiones,
orgánicas madrépodas, agujas mordedoras
para el gozo o la desdicha,
lunas que derraman su plata en los azulejos,
soles bermejos sobre el límite del agua
que revelan la muerte en perspectiva.
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Si estuviéramos limpios de toda vanidad
tendríamos el secreto del mar
agrandador.
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Pero las olas responden con interrogaciones
y se alejan después hacia los piélagos.
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JOSÉ FÉLIX OLALLA
("En el tiempo intermedio")
Premio de Poesía :
"MARIO ANGEL MARRODÁN" 1994
Ediciones Cardeñoso
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