sábado, 4 de julio de 2009


*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
Allá por el año 1866, en general Izquierdo, que se hallaba de reemplazo, solicitó con insistencia el apoyo de la reina para obtener en activo un cargo que le sacase de apuros pecuniarios. Reomandóle su Majestad Isabel II a Narváez varias veces sin resultado, y a la tercera o cuarta dijo a éste en tono que revelaba algún enfado:
-Haz el favor de decirme de una vez si quieres colocar a Izquierdo o no.
A lo que Narváez repuso:
-Señora, si Vuestra Majestad tiene empeño en que se dé a Izquierdo un empleo en activo, buscará primero Vuestra Majestad a otro ministro de la Guerra que le nombre; yo no puedo hacerlo porque me consta que está conspirando contra Vuestra Majestad.
Calló doña Isabel y transmitió la negativa a Izquierdo, aunque ocultando la causa de la resolución de Narváez, y cuando aqué se mostrara pesaroso y se lamentara de la estrechez en que se veía reducido, díjole:
-Pues, mira, toma seis mil duros y arréglatelas como puedas por ahora.
*
Murió Narváez poco después y siendo ministro de la Guerra el general Matalde, obtuvo de él la reina el nombramiento de Izquierdo para segundo cabo de la capitanía general de Andalucía. Desde este punto siguió conspirando, y al estallar el alzamiento de Cádiz sublevó la guarnición de Sevilla, depuso al capital general (vasallo) y dio el grito de "¡Abajo los Borbones!".
De todos los generales sublevados, acaso fue el que más encono mostró contra la desdichada soberana.
*

No hay comentarios:

Publicar un comentario