*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
La marquesa de Monteil tenía un marido extraordinariamente feo y contrahecho, y un hijo de una belleza excepcional.
- Verdaderamente -decía- cuando miro a mi hijo estoy convencida de que algún día me dormí en mi antecámara.
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario