*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
El célebre político gallego Eugenio Montero Ríos tenía un pazo en Lourizón. Un verano paseaba por sus alrededores cuando pasó por allí un labriego con el que trabó conversación.
-El sñor debe ser de Madrid, no?
-Pues si.
-¿Y conoce usted al amo de todo esto?
-¿A Montero Rios? ¡Desde luego!
-Creo que ha robado más...
-Hombre, no será tanto.
-Pues todo el mundo lo dice, y ya se sabe que cuando el río suena...
Y el pobre político no osó proseguir la conversación.
*
Ja ja ja... ¡ qué chaparrón ! Leyendo estas anécdotas y colgándolas, me lo paso pipa, como dirían muchos jóvenes de hoy.
ResponderEliminar