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DEJA que me pierda en tu horizonte,

en las playas de tu océano sin límites.

Déjame ser el sol que te despierte

y la luna que en la noche te dé asilo.

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Déjame ser un poco primavera

y emborracharte el aire con mi canto.

Ser luz desde las cumbres hasta el valle,

la luz que te conduzca a otros paisajes.

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Déjame ser paraíso en la tierra

y estrella de cristales por el cielo.

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Déjame ser un poco de ti mismo,

de lo que para ti es siempre cotidiano

y apenas se percibe, como el aire,

pero queda, permanece,

continuándote,

continuándonos...

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ISABEL FERNÁNDEZ CUETO

("EL TRANSITIVO DÍA")

Ediciones Torremozas

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